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La falta de seguridad personal es un tema que preocupa a la mayoría de la población. Ser precavido es fundamental para evitar ser víctima del hampa común
La inseguridad es una de las demandas principales y recurrentes de los venezolanos. Si bien el Estado está en la obligación de garantizar y proporcionar la seguridad de sus habitantes, los ciudadanos deben asumir e incorporar a su rutina diaria una serie de conductas y consideraciones que los ayuden a evitar ser el próxima blanco de ladrones y estafadores.
Franklin Chaparro Rojas, especialista en seguridad afirma que lo más importante para evitar verse involucrado en un hecho delictivo es «no darle oportunidad a la delincuencia, y aprender a no ser víctima. Las personas deben aprender a autodefenderse, a autoprotegerse».
Secuestros express, robos a mano armada y delincuencia motorizada son algunos de los delitos más comunes en las calles del país.
Estos pueden evitarse o disminuir al mínimo las probabilidades de que ocurran «manteniendo una actitud alerta ante lo que nos rodea. Ningún ataque se produce a distancia», sugiere el especialista.
«Ser prudente, desconfiado y modesto; y utilizar todos los medios y mecanismos de protección a su disposición, es primordial para evitar ser candidato del hampa», agrega.
«La inseguridad es un fenómeno social internacional. En el caso de Venezuela es producto de un deterioro que suma más de veinte años, porque la impunidad a estimulado la delincuencia; por lo que los ciudadanos comunes deben tomar en cuenta esta situación y sembrar una cultura de seguridad», expresa Chaparro.
Blinde su vida virtual
El robo de información personal en línea, la clonación de tarjetas de crédito y el hackeo de cuentas de redes sociales se ha hecho común y consecuente estos últimos años en Venezuela. En el caso de la clonación de tarjetas, expresa Raymond Orta, especialista en seguridad informática, «este ha disminuido con la tecnología Chip».
«Al mismo tiempo han surgido otros tipos de delitos como respuesta a este nuevo sistema. El hampa ha buscado la forma de seguir estafando, ahora a través de la sustitución del plástico; por ejemplo cuando el tarjetahabiente paga en un comercio le entregan de vuelta una tarjeta igual, pero que le pertenece a otra persona, dice.»
Asegura que «el robo de información personal en línea o «phishing» (pesca de datos en la red) es el segundo gran fraude informático que se presenta en el país.»
«En la actualidad se producen 2 o 3 envíos masivos de correos electrónicos fraudulentos, presuntamente enviados por entidades bancarias, con la finalidad de que los destinatarios entren en un sitio web, aparentemente del banco, para dar sus datos; activar cuentas electrónicas o claves electrónicas, y sustraer dinero de las cuentas. Las entidades bancarias no solicitan esta información por esta vía.»
En cuanto al hackeo de redes sociales explica que «lo importante es blindar el correo electrónico, ya que es la entrada para esto sitios. Para ello se deben crean passwords robustos, que no tenga datos personales; y no asociar la cuenta pública de correo con las redes; para ingresar y administrar Facebook, Twitter. es mejor crear un correo solo para esto. «Para crear un password seguro se deben usar frases que se recuerden con facilidad, y sustraerle vocales o consonantes; o sustituirlas por número. Alternar caracteres en altas y bajas o incluir símbolos. La idea es tratar de crear un algoritmo que solo conozca la persona que lo ideó», sugiere Orta.
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